La devoción al Santo en Potries

Potries antes de la conquista constituía un núcleo de población musulmana dependiente del castillo de Rebollet y, como otros pueblos de la comarca, así continuó durante casi cuatrocientos años conservando sus costumbres y religión, pero desde entonces, como vasallos bajo el dominio de los señores cristianos. Este hecho fue determinante en el inicio de la devoción de San Blas en Potries, es decir que el pueblo estuviera habitado por moriscos que había que evangelizar.

El modelo de santidad, los de los santos auxiliadores y sus reliquias, han sido determinantes a lo largo de la historia por la consolidación de la fe cristiana en nuevos territorios, y por la evangelización de las gentes paganas. Además, el culto a sus reliquias servirá para reforzar nuevos espacios sagrados ganados a los infieles. Pero, que diferencia a la aldea morisca de Potriesde otras similares, ¿por que llegara aquí la reliquia?

La respuesta puede que tenga relación con el hecho de que en nuestro municipio habita una influyente familia morisca, los Boamit; de la cual lamentablemente tanto solo conocemos hoy escasas referencias. Su poder económico estaría fundamentado en la posesión enfitéutica y cultivo de la tierra, puede ser también en la ganadería, pero especialmente por su dedicación al comercio del azúcar. Cómo ocurría con otras familias de estas características, debieron de  asumir los cargos públicos de las comunidades locales a las que pertenecían, y seguramente representarían veladamente la autoridad religiosa musulmana. Esta última afirmación estaría avalada por un magnífico hallazgo ocurrido en una casa de Potries en el año 1789, se trata de un interesante y valioso conjunto de libros árabes. El investigador Juan Bautista Vilar, considera el fondo bibliográfico árabe de Potries cómo el más importante de cuántos se tienen datados en el ámbito valenciano, calificándolo de biblioteca en comparación con otros descubrimientos bibliográficos similares. Sería lógico pensar que este conjunto bibliográfico pertenecería a una familia establecida en el lugar de Potries, una familia con prestigio económico y social que asumiría los cargos públicos de su comunidad, incluyendo la autoridad religiosa, y cómo hemos podido ver encaja perfectamente con las características de los Boamit de Potries. Incluso podríamos pensar, por el volumen y la calidad supuesta de los libros, que fueron los dirigentes espirituales dela aljama de Potries, además de ser depositarios de los preceptos del Corán, seguramente ejercerían una cierta influencia por la transmisión, también veladamente, de la doctrina islámica. Y de esto seguramente las autoridades religiosas de la época tenían constancia o sospecha, por lo tanto se necesitaban nuevos argumentos y recursos para actuar en un lugar donde posiblemente durante siglos se había dado una cierta permisividad para el estudio, práctica y difusión del islam.

En esta coyuntura, se produjo durante el año 1535 una importante rectificación o remodelación de las parroquias a la diócesis de Valencia, y Potries se constituirá desde entonces en una vicaría de moriscos dependiente de la iglesia de Oliva. Podemos suponer que se daría una asistencia espiritual a los habitantes moriscos de Potries, por parte de un rector, pero no tenemos demasiado claro de qué manera lo haría; pensamos que, también es muyprobable, que en este momento da lugar el traspaso al culto cristiano del tradicional espacio sagrado musulmán, la mezquita. Pero, no será hasta el año 1574, con el arzobispo Ribera, que se creará la parroquia de Potries bajo la advocación de los Santos Juanes, independiente ya de Oliva y con el anexo del lugar de Beniflà, y seguramente en este momento se consagrará algún altar o capilla a San Blas, en un edificio de nueva planta, o bien modificado, que se constituirá desde entonces en el espacio sagrado y referente espiritual del municipio.

Nos encontramos a finales del siglo XVI con un lugar de moriscos donde se ha consolidado un nuevo espacio para el culto cristiano, todo en consonancia con la reforma de la diócesis valentina y el movimiento de la Contrarreforma que encabeza la monarquía hispánica, y dónde seguramente, para reafirmar la evangelización de los nuevos cristianos, llegará en el momento de consagración del templo, la reliquia de un santo muy venerado por la iglesia cristiana, San Blas.

Y esto coincidiría con un momento histórico particular, como fue la incorporación de los estados del Condado de Oliva a la casa deBorja, duques de Gandia. El año 1551 el IV duque de Gandia, Francesc de Borja, ingresa en la Compañía de Jesús, dejando el título del ducado a su hijo Carles de Borja y Castro, que poco antes (1548) había casado con Magdalena de Centelles y Folch de Cardona, hermana de Pere Centelles, conde de Oliva.

El año 1569 murió Pere de Centelles sin descendencia, las amplías posesiones del condado de Oliva, tanto en el reino de Valencia como en la isla de Cerdeña, correspondían por herencia a su hermana Magdalena. Pero se plantearon reclamaciones, con una serie de largos y costosos pleitos, confirmándose el derecho de Magdalena a la herencia por sentencia de la Audiencia de Valencia (1581), ratificada esta por el Consejo de Aragón (1594). El 1 de febrero de 1595, Magdalena de Centelles y Folch de Cardona tomará posesión de la Baronía, Castillo y Término de Rebollet. Culmina así una vieja política territorial de los Borja, la de incorporar bajo su dominio los señoríos de la Safor.

Pere de Borja y Centelles, segundo hijo de los duques de Gandia, reivindicó sus derechos sobre los estados de Oliva, recibiendo, ya en el siglo XVII, el valle de Cofrentes y Ayora. Este personaje aspiraba realmente a heredar los territorios que formaban el núcleo central del condado en la Safor. Según testimonio Eugeni Ciscar Pallarés, es conocido o aparece en los documentos indistintamente, como Pere Centelles, Gilabert Centelles, o Ramón de Riusec. Encontramos la utilización en los documentos oficiales del apellido materno, como un hecho sintomático de sus aspiraciones, y podría ser que se debiera a que estimaba realmente, por un lado, un territorio donde posiblemente pasó largas estancias, y, por otra parte, un noble linaje que debería de conocer perfectamente.

Otro hecho que vendría a corroborar este deseo de Pere de Borja, respecto a la posesión de los territorios de la baronía de Rebollet, estaría en la construcción en Potries de un nuevo palacio rural, del cual sabemos, Pere de Borja es el propietario en 1611, y que nosotros pensamos tiene una relación directa con la posible llegada de la reliquia a la iglesia de Potries.

Por otro lado, hemos relacionado la construcción de este nuevo edificio con cuestiones meramente económicas, relacionadas con el control y fiscalización de un conjunto de propiedades que desde entonces losBorjatenían que administrar. El lugar elegido por este nuevo referente del poder señorial en elTérmino de Arriba fue Potries, lejos de los centros que habían ejercido el poder señorial hasta entonces (Oliva, la Font d’enCarròs) y, muy cercano a las casas de los propietarios más significativos de este lugar, los Boamit. Con la intención, seguramente, de reafirmar su prestigio y poder frente a los vasallos de los nuevos territorios incorporados a la casa de Borja, y más concretamente por la administración del propietario de la casa, Pere de Borja, que cómo hemos visto aspira a poseer esta señoría. Este magnífico inmueble es hoy la sede del Ayuntamiento de Potries y todavía conserva un buen conjunto de elementos constructivos y decorativos originales de la casa, que nada tenían de envidiar a los empleados en otros palacios nobles de la época (vigas de madera, rejas de hierro y magníficos pavimentos cerámicos).

Además, la calle todavía hoy mantiene la misma denominación que tenía a principios del XVII, calle de Boamit.

Podría ser que todos estos factores descritos se dieron a la vez, es decir: una población morisca que hay que evangelizar; la consolidación de un nuevo referente espiritual en el pueblo con la iglesia parroquial de los Santos Juanes, que hay que dotar de contenido; y unos nuevos señores territoriales que quieren reafirmar su prestigio ante unos nuevos vasallos. Y que de la mano de estos nuevos señores llegara el culto y la reliquia de San BlasaPotries. Aunque queda una última posibilidad, y sería la llegada del culto y la reliquia después de la expulsión de los moriscos en 1609, y durante el proceso de repoblación del lugar de Potries por parte de la población cristiana. Esta estaba formada fundamentalmente por personas de otros lugares de la comarca, así como otras poblaciones del reino de Valencia, y también de Castilla.

LA TRADICIÓN ORAL

La llegada de las reliquias, como las de tantas y tantas imágenes milagrosas, siempre ha estado rodeada de leyendas y rivalidades entre los pueblos que querían acogerlas, y Potries no será una excepción. Cuenta la tradición que, cuando llegaron las reliquias del santo, hubo una disputa entre pueblos por conservarlas. Se decidió ponerlas a lomos de unos bueyes para que decidieran donde se quedarían. La primera vez los animales se dirigieron a Potries donde se quedaron, pero la protesta de los otros pueblos hizo que se volviera a hacer la prueba. Hasta once veces fueron los bueyes con las reliquias del santo aPotries, y allí quedaron para siempre en la Iglesia Parroquial de los Santos Juanes. Justamente estos hechos están relatados en los cánticos o gozos que año tras año se cantan al finalizar la misa del día 3 de febrero, festividad de San Blas, durante el ritual de protección, que consiste en pasarse la reliquia por la garganta.